El Aliviador III es un enorme tubo de hormigón de cinco metros de diámetro que corre por debajo de la avenida Sorrento, tiene 2.300 metros de largo —la misma longitud que el entubamiento del túnel subfluvial que une las ciudades de Paraná y Santa Fe— y contará una capacidad de evacuación de 60 mil litros de agua por segundo, el equivalente a dos camiones cisterna.
A sólo un mes de comenzar a estar operativo, las interminables lluvias de febrero y abril pasado lo sometieron a su primera prueba de fuego cuando el nivel del arroyo Ludueña se incrementó intempestivamente y las aguas ingresaron por la enorme tubería que llevó casi tres años construir.
Hoy, ya sobre el final de los trabajos, un paredón evita el ingreso de las aguas y permite recorrerla en su interior.
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